Friday, January 31, 2014

DOMINANDO NUESTRA LENGUA

 La lengua apacible es árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu. Proverbios 15:4 ...Cada día en segundos cometemos faltas con o sin intención. ....Dios nos exhorta a través de su palabra que toda buena palabra salga de nuestros corazones, aquellas que brindan consuelo, amor, edificación  ......En santiago capítulo 3 podemos leer que dice :Al caballo podemos dominarlo y hacer que nos obedezca, si le ponemos un freno en la boca. Y nos dice que los barcos, por grandes que éstos sean y por fuertes que sean los vientos que los empujan, el navegante puede controlarlo con un timón muy pequeño. Lo mismo pasa con nuestra lengua, es una de las partes más pequeñas de nuestro cuerpo, se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!....Los humanos, podemos dominar toda clase de animales, incluso a los salvajes; pero muy pocas veces podemos controlar nuestra lengua y evitar decir palabras que dañen a los que amamos y a los que nos rodean.
Amigos les dejo unos versículos que nos ayudarán a reflexionar y pensar antes de hacer daño a otros.
-Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño. Salmos 34:13 
- Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. Santiago 1:26 
- Usen su inteligencia para tratar como se debe a los que no confían en Cristo. Aprovechen bien cada oportunidad que tengan de conversar con ellos. Hablen siempre de cosas buenas, díganlas de manera agradable, y piensen bien cómo se debe contestar a cada uno. Colosenses 4:5-7
 -No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.Efesios 4,29

Nuestras  palabras tienen poder, con ellas podemos bendecir y maldecir, hacer  bien  mal, alentar o desanimar,perdonar o condenar, de empujar al éxito o al fracaso, de aceptar o rechazar, perdonar o condenar, edificar o destruir, transmitir vida o muerte. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
Doblemos rodillas y pidámosle a Dios que nos ayude a ser luz y sal para los que nos rodean, a que ponga en nuestras bocas las palabras correctas y necesarias  para aquellos que lo necesiten y exhortar y corregir con amor ...Y no olvidemos que la forma cómo nos expresamos,  revela  la abundancia de lo que existe  en nuestros corazones.....Con amor Nancy Urbina.
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2014

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